Tu amor llegó a mí
como el sabor de un sabroso chocolate,
dulce desde el momento que nace
fuerte, como el amor que late.
Tus manos, tocaron mi piel
como un sentido venenoso
que llegan a mí con tacto de estilo grandioso.
En tu memoria, sólo existe la gloria,
razón de ser por mí
y ganas de vencer con tu arte amatoria.
Sólo pretendo ser tuya,
acariciar tus labios como un suave canto al oído
y pedirle al viento,
que este amor, nunca sea destruido.
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