Que los cielos sean testigos de nuestro amor,
que el fuego, sea augurio de una gran pasión.
Que las palabras sagradas,
se reunan ante ti
y deseen decirme lo que sientes por mí.
Que tus labios se descontrolen
y me besen sin cesar,
que los besos me aprieten tanto,
que tu deseo, no pueda obviar.
Que la magia, inunde nuestros cuerpos,
que el deseo, se derrita en mi piel
y se convierta en mi mayor anhelo.
Que tus brazos me rodeen,
que tus manos, por mi piel peleen.
Que tus manos me toquen,
que tu corazón, no se equivoque.
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