Lejos de un amor maldito,
se encuentra un amor ciego
por dos personas bendito.
Cerca de un acantilado,
lo encontré a punto de caer,
aún sabiendo, que ese mismo día
su amor por ella iba a florecer.
Yo, lo rescaté,
lo subí al cielo,
le dí un beso y le dije un te quiero.
Ahora, le digo que siento,
que por él, hubiese bajado al abismo,
por su amor,
hubiese dejado la vida ese mismo día.
En este instante,
me declaro culpable
de sentir por ti amor incontrolable
de amarte sin remedio
y quererte de forma insaciable.
Ahora, ya eres mío,
no quiero perder lo que un día me tuvo en vilo.
Esta noche me declaro ante ti
para decirte con una simple palabra
y acompañada de una mirada anhelada:
Mi vida, esta noche me callo,
pues no hay palabra más hermosa
que decirte un TE AMO.
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