Hay un sin fin de emociones
que luchan en nuestros corazones.
Hay una lucha eterna
por la que no podré ser nunca tierna.
Una jauría de lobos acecha cada día
a la entrada de la abadía,
y tan sólo un recuerdo
ansia por ser el más vello
de tu larga y densa vida.
Mi vida has tentado y mi corazón has amado,
¿dime cuánto tiempo durará el tormento?,
¿dime cuánto tiempo durará tu lamento?,
¿cuánto tiempo serás mi amante tierno?.
Dime si eres sincero,
si algún día me quisiste como el fuego al acero.
Dime,
¿algún día podré confiarte como una mirada penetrante?
Este tambien me gusta, las dos primeros parrafos, muy bien construidos.
ResponderEliminar.V.