Estando al borde de un acantilado,
viviendo al límite de lo soñado
mirando al horizonte
en lo más lejos que cercano,
una luz penetró en mis ojos,
me hizo volver atrás en el pasado,
borrarlo, tirando una piedra
por aquel acantilado.
Nubes negras me sobrepasaron
anunciando mi futuro.
En ellas el reflejo
en ellas su foto,
la de un caballero..
el que una vez,
había visto en mi espejo.
Estando al borde de un acantilado,
vi a mi hombre soñado
a mis ganas de vivir
y la necesidad de sentir.
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