domingo, 31 de octubre de 2010

Contemplemos nuestros ojos al despertar

Contemplemos nuestros ojos al despertar,
deseemos la pasión en medio de la tempestad.

Derrite el hielo de tu cuerpo
rompiendo las lágrimas de tu soledad,
destruye el dolor amando sin control.

Olvídame entre las matas de aquella planta sin vida
si tu alma ha sido por mi herida.
Olvida mi ultimo suspiro,
pegada a tu cuerpo si eso deseas,
si así quieres morir,
con el recuerdo de mi aliento,
con la duda de mi amor,
pegada a tu corazón.

No deseo ver caer más lágrimas,
por esta cara pálida que veo cada mañana al alba,
reflejada en un espejo que brilla más allá de la luz,
más allá de lo mortal.

Quisiera deshacer ese reflejo
y poner tu cara frente a la mía.
Aún llorando la distancia,
aún gimiendo en soledad,
por los caminos de esta maldición,
que me llevan a ti sin control.

Quisiera borrarte de mi corazón,
inundarte de un sólo dolor,
para llevarte a lo mas profundo del mar,
y allí, entre almas, poderte olvidar.

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