sábado, 25 de septiembre de 2010

Mi ángel

Una noche un ángel se acercó a mí,
lo vi volar sobre mis pensamientos.
Yo le dije que te habías ido,
le rogué un pequeño suspiro
para que me diese de su aliento.
Mi voz se interrumpía entre quejido y quejido,
de unas lágrimas que no tenían sentido.
Daba vueltas, gritaba en silencio
y a ese ángel pedía un poco de vida.
Todo se oscureció y mi ángel desapareció
aquella misma noche,
tú y el ángel me dejaron
y mi alma se conviertió en frío,
en un temible escalofrío.
Noches enteras, en vela, soñando
pensando en cómo borrar el pasado.
Hoy ese ángel regresó tan lleno de vida,
tan lleno de inseguridad,
como un niño cuando nace,
como su tímido llanto cuando tiene hambre.
Esta vez, yo le dí de mi aliento
y supe que siempre lo tuve muy adentro.
Él se acercó a mi pecho para contarme un secreto:
tu amor ha vuelto,
mírale a los ojos y siéntelo muy adentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario