Espíritu de amor
tan grande como su honor
acércame a su llanto
deja que me acerque a él
para susurrarle un canto.
Sombra negra,
que nublaste sus días,
arde en la hoguera
y aclara su ceguera.
Luz de lluvia,
tan clara como agua marina,
tan dulce, como agua de río,
moja su cuerpo
por el que tanto desvarío,
humedece su piel
esa que tanto sueño
y en tocar pongo tal empeño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario