Desde este rincón, veo amanecer
con un gran padecer
y una gran decepción,
por no escuchar tu voz.
En este momento,
me olvido del intento,
de volver a verte
y no querer perderte.
Te ruego que vengas
y seas responsable de mi corazón,
te pido que vuelvas
y la razón me devuelvas,
que grites
y mi nombre invites,
a entrar en tu cueva
y dejarme luchar como una guerrera.
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