viernes, 26 de marzo de 2010

Viniste a mi...

Viniste a mi sin quererlo,
llegaste a mi vida de repente,
casi sin merecerlo,
te dejé ir sin remedio,
y volviste a mi cargado de deseo.

Todo este tiempo sin verlo,
lo añoré sin consuelo,
agua brotaba de mis ojos tristes
sin poder verlo,
agua secada en el camino del olvido
tiempo recorrido en su ausencia,
noches malditas sin sentir
lecho vacío y sombrío
sin saber a donde huír.

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