Siento lágrimas correr por mi pecho,
siento pena y dolor por este deshecho,
lágrimas en vano,
e impuros al acecho.
Cuan mentira tu presencia,
implorando falso amor,
vida, naufragaste en el hielo,
pecaste y fuiste gran blasfemo,
aun así, doy gracias,
aun creo en ese amor invencible,
y le doy la oportunidad de hacerme libre.
Gran verdad descubrí,
y en poco tiempo sentí
amor ajeno a mí,
desconocido amor,
que revolucionó la llama
de una mirada helada.
Así es, con ese amor decidí quedar
para más tarde volar hacia la libertad,
y un sentimiento bello, hacer brotar.
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