Tú eres mi ángel,
aquel que cura mis heridas,
quien calma mis penas
y alegra mis mil vidas.
Tú eres mi piel
y el sentir de mi desdén,
eres paz armonía y libertad,
gloria desdicha y pleitesía.
Siento que eres puro
y tienes una gran valía.
Nunca vi un alma llena de tanta luz,
nunca admiré a un hombre
que con su valentía crease tal renombre,
ahora, aquí, estoy ante él,
jurando fidelidad y rogándole por su amistad.
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