Mientras nuestros cuerpos
caminan por los grandes bosques,
desnudos, hambrientos de placeres indescriptibles ,
nuestras almas,
corren al vuelo como bellas hadas invisibles,
que hacen de nuestros sentires placeres intelegibles.
Largas horas mi cuerpo estuvo junto al tuyo,
palpitando deseos que suenan como un arrullo,
desbocando pasiones como esas grandes tentaciones ,
esperando a que mi corazón perfores.
Largo tiempo esperé en silencio,
callada como la mujer alada, rendida,
como un alma herida,
largo sueño, en el que te ví,
larga vida...en la que te conocí.
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