domingo, 9 de enero de 2011

Sigo el brillo de tus ojos

Sigo el brillo de tus ojos como guía en esta vida.

Sigo el llanto de tu alma,
las lágrimas de tus ojos,
y el veneno de tu esencia,
para curarte entre sollozos,
para arrancarte de donde te quedaste.

Sigo un latido que hoy está lejos.

Que es algo más que sentido,
algo más que un libro que todo sabe,
pero tan simple como el vuelo de un ave.

Sigo la llamada sagrada.

La que me acerca a tu mirada
y me ilumina hacia tu morada,
la que enamora mis ansias,
la que mata mis desgracias.

Sigo a mi desvelo, busco tu consuelo.

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