Siempre fui presa de tu alma,
estuve atada a tu dulce mirada,
y prometí complacerla,
pues para mí, era sagrada.
Confié en una angelical mirada,
de que la que más tarde,
supe que era una mísera mentira,
algo de lo que él se reía,
y yo, en silencio sufría.
Sentí el poder del amor
cerca de mí,
y cuando te descubrí,
sólo sentí dolor,
y un grito silencioso,
de tono jocoso.
En este momento,
sólo deseo olvidarte,
y poder a ojos cerrados rechazarte.
Sólo quiero la calma,
que un día me quitaste,
para poder mi amor darte,
sólo quiero la libertad,
y llorar mis lágrimas en soledad.
AMIGA !!! mis respetos tu si que escribes con el corazon en la mano
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