Al cielo va un alma eterna,
que muere en la Tierra
y vive en el cielo.
Lejos de aquí, va un alma sola,
vagando hacia el infinito,
allá donde un alma mora.
Al cielo va un alma perdida,
un alma que en la Tierra, fue perdida.
Pero ahora es diferente,
tu alma con la mía,
tu esencia con la mía,
van unidas en una vida,
más allá de lo real, de algo carnal.
Tu alma y la mía,
en el cielo se unirán,
de una en una no marcharán.
Juntas por siempre permanecerán,
donde moran las almas,
donde los amores son eternos
y los sueños siempre ciertos.
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