Ahora

Ahora estoy aquí, una vez más,
cierro los ojos y siento que en mí estás.

Me siento en un sillón
y en este día especial,
recuerdo cada momento que te tenía tan adentro,
.cada beso y caricia que sentía al oler tu aroma,
al palpar tu alma.

Pensar que ese sentir se borra,
se anula y se esconde debajo de mi piel,
era impensable, difícil de creer.

Así es, debo borrarte de mí,
guardarte en ese rincón donde deberás estar
todos los días de mi vida,
en cada acontecimiento
que en mi vida vaya surgiendo.

Porque tú has sido mi gran amor
y esta es la única forma de no perder.

Amarte en silencio, será un castigo,
una razón para seguir viviendo,
porque cada día te sueño,
y pienso que revivirás en algún momento.

Porque cada día te siento, y te recuerdo aquí,
pegado a mi pecho, aferrándote a mí,
más fuerte al paso del tiempo,
más vivo, siempre en mi recuerdo.

Quiero pensar que tú y yo estamos solos

Quiero pensar que tú y yo estamos solos,
sin más testigos que el cielo y la luna

Quiero pensar, que tú y yo somos uno,
como el agua  y la arena,
como el Sol y la Tierra.

Quiero pensar que eres como el mar,
dulce en su reflejo
y salado en su mirar.

Quiero pensar que hacia ti puedo caminar
entre bosques sin final
y tu bello soñar.

Quiero pensar que eres libre como el viento,
poderoso como un fino aliento,
que llega a mi alma,
que se adentra en mis huesos
y que vive en mis adentros.

Quiero pensar que no te irás,
que serás mi delirio,
mi pequeño rayo sombrío,
ocultado bajo un manto de estrellas,
que sólo yo, puedo iluminarlo,
que sólo yo, puedo destaparlo.

En algún lugar todavía estás

En algún lugar todavía estás,
escondido en el rincón de una ilusión
que todavía permanece viva.

En el recuerdo, está tu esencia,
eso que no se va en el tiempo,
que estará en mí,
hasta mi último aliento.

Muy cerca del corazón
todavía tienes ese lugar,
sagrado por un lado,
bendito en tus manos.

En mí, aún sigues guardado,
quizás mi mente,
te siga buscando,
puede que de mí,
te hayas apoderado,
¿pero qué puedo hacer?,
si cada día creces dentro de mí,
si el fuego renace
sólo para que vuelvas a mí.

El tiempo ha pasado,
y tú, en algún lugar de mí estás,
las lágrimas han pasado,
pero la tristeza vuelve a mí
con aires de grandeza.

Me sigo preguntando.
¿Dónde estarás?.

Al cielo va un alma eterna

Al cielo va un alma eterna,
que muere en la Tierra
y vive en el cielo.

Lejos de aquí, va un alma sola,
vagando hacia el infinito,
allá donde un alma mora.

Al cielo va un alma perdida,
un alma que en la Tierra, fue perdida.

Pero ahora es diferente,
tu alma con la mía,
tu esencia con la mía,
van unidas en una vida,
más allá de lo real, de algo carnal.

Tu alma y la mía,
en el cielo se unirán,
de una en una no marcharán.
Juntas por siempre permanecerán,
donde moran las almas,
donde los amores son eternos
y los sueños siempre ciertos.

Daría

 Daría un granito de arena de mi playa,
una huella de mi piel,
un latido de mi corazón,
una noche de pasión.
y un sol de calor.

Daría toda una sensación
de poder helado,
de ansias de tu ser a mi lado.

Daría la felicidad y la vida por verte cada día,
por ilusionarme en tu llegada y en tu partida,
porque tu esencia vive en mí,
porque tu aroma me embriaga de ti.

Daría todo lo que aquel día perdí,
por tener ahora un beso de ti.

Toda una noche sin ti

Toda una noche sin ti.
Toda una noche,
una luminaria llora por ti.
Toda una noche en vela
queriendo que su amor muriera.
Una lágrima sin fin
inundó una luminaria
pensando en ti
creyendo que tú eras la razón
de volver a vivir.
Creía ser destinataria
de un amor sin fin,
un amor que no puedo matar,
un sentir, que no puede morir.
Toda una noche sin ti,
ya no quería vivir.
Sólo quería partir
donde tus ojos viesen mi latir,
donde creyeses en mi por fin,
en este amor que no tiene fin
en este deseo,
que me mata y no encuentro consuelo.
Sólo preguntaba ¿por qué?,
si un amor es tan  fuerte
si la luminaria encontró un verdadero amor.
¿Por qué la apagan?
¿Por qué la apartan?
Ya no me queda vida,
ni quiero tenerla
sin esa persona que prendía mi luz.
Sin esa chispa
que encendía mi amor cada tarde,
que protegía mi ser cada noche.

Haces erizar mi piel

Haces erizar mi piel
cuando susurras palabras en mi oído.
Produces en mí, un nuevo sentido,
parecido a un latido,
tan bello como un suspiro
y tan potente con un delirio.
Haces volver mi vista atrás,
para irte a buscar,
donde tu alma se encuentre,
donde tu vida se halle.
Haces romper las olas del mar,
cada vez que te quiero acariciar,
pues tu piel tiembla como la de un bebé,
como la de un cielo que amor siembra.
Haces que te sienta murmurar,
en el fondo de mi pesar,
mientras me escuchas cantar
tan bajito como susurrar.
Haces tenerme para ti,
amarte sin sentido,
sin hacer ningún ruido.